Mi vida está en tus manos.
¿Qué quieres que haga, Señor? Desde pequeña he buscado tus manos. Buscaba en las manos de mi padre las tuyas. En los besos de mi madre, buscaba tu amor. En los olas que van y vienen buscaba tu presencia. En los juegos de niña buscaba reir contigo. pero yo no sabía que estabas ahí. Sólo sentía el calor, el cariño, tu protección, tu mirada.
Siempre te he buscado. Y no te esperaba, porque ya te había encontrado.
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