Señor Dios, dueño del tiempo y de la eternidad.
Al empezar un año más, detengo mi vida ante el nuevo calendario y te presento estos días que tengo por delante.
Te pido la paz y la alegría, la fuerza y la prudencia, la claridad y la sabiduría.
Quiero vivir cada día con optimismo y bondad, llevando a todas partes un corazón lleno de compresión y paz.
Fortaléceme frente a la debilidad y abre mi ser a todo lo que es bueno. Que mi espíritu se llene de bendiciones y las derrame a mi paso.
Cólmame de bondad y de alegría para que cuantos conviven conmigo o se acerquen a mí, encuentren en mi vida un poquito de Tí.
Dame Señor un año feliz, y enséñame a compartir felicidad.