Asia Bibi, la mujer cristiana que fue condenada a muerte acusada de blasfemia hace nueve años, ha salido este 8 de mayo de 2019 de Pakistán y ha aterrizado en Canadá (Así lo ha dicho su abogado y lo han recogido varios medios del país este miércoles, seis meses después de que el tribunal supremo del país anulara una sentencia que la condenaba a muerte, basándose en una mentira "Asia Bibi ha salido del país. Es una persona libre y viaja por voluntad propia". El abogado de la cristiana, Saif Ul Malook, ha confirmado a la cadena CNN que Bibi ya ha llegado a Canadá. En el país norteamericano se encuentran sus hijas.
El primer ministro, Justin Trudeau, se ofreció a ayudar el año pasado después de que la familia de Bibi pidiese asilo a varios países de occidente. El reencuentro, sin embargo, tendrá que esperar. Según ha podido saber también Paloma García Ovejero, corresponsal de COPE en Londres, la salud de esta mujer cristiana de 53 años es más que delicada, y lo primero que necesitará será un tratamiento médico adecuado, al que no ha tenido acceso hasta ahora. Por el momento, Asia Bibi no hará declaraciones ni comparecerá en público (Asia Bibi ha pasado nueve años en la cárcel, condenada a muerte, y solo después de muchas apelaciones y movilizaciones internacionales fue posible su absolución el pasado mes de octubre.
Sin embargo, hasta ahora no había conseguido abandonar el país por lo complicado que ha sido protegerla una vez fuera de prisión y porque el propio ejército pakistaní lo impedía. Madre de cinco hijos, Asia fue denunciada en 2009 por dos mujeres por supuestamente insultar al profeta Mahoma; un tribunal la condenó a la pena de muerte en 2010 y cuatro años después perdió una apelación en el Tribunal Superior de Lahore (este).
La dura ley antiblasfemia paquistaní fue establecida en la época colonial británica para evitar choques religiosos, pero en la década de 1980 varias reformas auspiciadas por el dictador Zia-ul-Haq favorecieron el abuso de esta norma. Desde entonces, se han producido un millar de acusaciones por blasfemia, un delito que en Pakistán puede llevar aparejada la pena capital, aunque nunca se ha ajusticiado a ningún convicto.
La mujer quedó absuelta de la condena por blasfemia por decisión del Tribunal Supremo de Pakistán el 31 de octubre de 2018, tras haber pasado ocho años en el corredor de la muerte. Su absolución provocó protestas de grupos políticos y religiosos. Su caso generó malestar entre los cristianos de todo el mundo y fue una fuente de división en Pakistán, donde dos políticos que mostraron su apoyo a Bibi fueron asesinados, a uno de ellos el gobernador de Punyab, Salman Tasir, le mató su propio guardaespaldas.
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