Bajo la mirada de Cáritas en España

Cáritas Española pide al Gobierno “no mirar para otro lado” ante el drama de la prostitución

Para esta institución de la Iglesia, una sociedad madura y consciente es una sociedad donde no hay necesidad ni de ejercer la prostitución ni de consumirla Cáritas Española ha apelado este jueves “a los gobernantes y a las autoridades públicas a que no hagan oídos sordos ni miren para otro lado ante la vergüenza de esta moderna esclavitud que es la prostitución y que está a la vista de todos”, una lacra que reclama a todos que “abramos los ojos a su realidad y escuchemos su clamor”.

Esta ha sido una de las demandas expresadas esta mañana en la sede de la organización eclesial en Madrid durante la presentación del documento “La prostitución desde la experiencia y la mirada de Cáritas”. En este informe, se analiza la realidad de “este grave fenómeno social a partir de las experiencias de vida de las mujeres acompañadas por los distintos proyectos de Cáritas en todo el Estado, y que están en la calle, en los clubs, en los centros de día y las casas de acogida, inmersas en la realidad, recogiendo sus propias palabras y testimonios”, según han explicado sus promotores en un comunicado. El documento ha sido presentado por Paco Cristóbal, director del Área de Desarrollo Social de Cáritas; Hilde Daems, responsable del Programa de Mujer, Prostitución y Trata de Cáritas; Mª Luz Vicent, del proyecto “Jerejere”, de Cáritas Valencia; y Lourdes Pazo, del proyecto “Vagalume”, de Cáritas Santiago de Compostela.

A lo largo de casi ochenta páginas, el informe analiza cuál es la realidad actual de la prostitución –un ámbito de la exclusión social en la que Cáritas viene trabajando desde principios de los 80–, cuáles son los criterios de intervención en este terreno a la luz de la Doctrina Social de la Iglesia y cuál es la propia visión de Cáritas sobre este fenómeno. La publicación se cierra con un amplio capítulo de propuestas que permitan transformar la realidad social que sustenta la persistencia de este problema. A partir del análisis de los datos de atención de los últimos años (2011-2014), el informe extrae una imagen global de la realidad de la prostitución atendida desde Cáritas en ese período. En primer lugar, “se puede afirmar con claridad que es una realidad que se viste de mujer: más del 90% de las personas acompañadas por todos los proyectos que se dirigen a este ámbito son mujeres”. Otro dato muy significativo es que “la gran mayoría de mujeres acompañadas (más del 80%) son de origen extranjero.

Aunque en los años de la crisis económica se ha apreciado un cierto aumento de las mujeres españolas que ejercen la prostitución, la desproporción es importante, si se tiene en cuenta que la población extranjera representa un 12% de la población residente en España”. En cuanto a la nacionalidad de las mujeres, “Nigeria, Rumanía y Brasil están entre los países de origen más frecuentes, aunque tienen también bastante representación República Dominicana y Colombia”. Nigeria, Rumanía y Brasil siempre figuran también entre los principales países de origen de las mujeres víctimas de trata con fines de explotación sexual, tanto en España como en el resto de Europa”. En cuanto a la edad y nivel formativo, “una buena parte de las mujeres acompañadas por Cáritas no supera los 35 años y cuentan con un nivel educativo bajo; en su mayoría, no llegan a tener estudios secundarios”. Asimismo, “muchas de las mujeres acompañadas tienen menores a su cargo, bien en España, bien en su país de origen”. De manera genérica, el perfil de la persona que ejerce prostitución y que se está acompañando en los proyectos de Cáritas es el de “una mujer joven, extranjera, con un bajo nivel educativo y, en muchos casos, con algún menor a cargo. Son mujeres que, además, dejan atrás en sus países de origen situaciones de pobreza, exclusión, discriminación e, incluso, violencia”.

Es importante constatar que los perfiles han variado mucho y siguen modificándose: cambian los países de origen, así como las formas que adquieren los procesos migratorios y el ejercicio concreto de la prostitución. Además, en la difícil coyuntura social actual se constata que “algunas de las mujeres solo encuentran como posibilidad de subsistencia para ellas y para sus hijos el mantenerse en el ejercicio de la prostitución. Esta situación explica que algunas de ellas hayan vuelto a esta actividad, incluso después de unos años de haber tenido trabajo, tras haber agotado todas las prestaciones”. Lo que señala la experiencia de Cáritas es que “el regreso al mundo de la prostitución acontece cuando se atraviesan momentos de dificultad económica en el núcleo familiar; aunque ésta suele ser la última de las opciones, se encuentra presente”. Muchas veces se retoma esta actividad a espaldas del núcleo familiar, ocultando la realidad a la pareja y a los hijos bajo variados pretextos.

El problema de la trata de personas Aunque el tema central es la prostitución, el documento aborda también la trata de personas con fines de explotación sexual, “un delito del que son víctimas una parte de las mujeres y niñas que ejercen la prostitución en España”. La existencia de esta realidad está marcando, desde hace unos años, la intervención de los proyectos de Cáritas que trabajan en contexto de prostitución. Dicha intervención, en los casos de trata de personas, necesita de herramientas y aprendizajes distintos, ya que, dada la diferencia entre trata y prostitución, “las mujeres objeto de trata son consideradas como víctimas de un delito y, por tanto, son titulares de una serie de derechos según la legislación nacional e internacional vigente”. El trabajo con personas que son víctimas de trata es especialmente complejo por varias razones.

La más importante de ellas tiene que ver con “la falta de conciencia de las mujeres de su condición de víctimas y de sus derechos como tales”. “El trauma que representa la experiencia vivida, las consecuencias psicológicas del estado de esclavitud, el autodesprecio y la vergüenza como marcas indelebles, el miedo por sí misma y por sus familiares, la desintegración de su identidad y de su capacidad de elegir sobre el curso de su vida, son todos factores que muchas veces impiden la comprensión del problema”.

En el encuentro informativo se han presentado dos experiencias significativas de Cáritas en el terreno de la prostitución, un ámbito en el que la institución trabaja desde comienzos de los años 80. Mª Luz Vicent y Lourdes Pazo han aportado distintas facetas del acompañamiento que se realiza a través de los proyectos que coordinan cada una de ellas: «Jerejere», de Cáritas Diocesana de Valencia, y «Vagalume», de Cáritas Diocesana de Santiago de Compostela. El objetivo general de las acciones desarrolladas tanto a través de estos dos proyectos como del resto de centros y recursos repartidos por todo el país (Las Palmas, Orense, Burgos, Ponferrada, Huelva, Granada, Lugo y Zaragoza) es siempre “la mejora de las condiciones de vida de las mujeres en contexto de prostitución y de las víctimas de trata”, han apuntado. Para ello, Cáritas impulsa un modelo de acompañamiento individualizado a cada una de las mujeres participantes, “apoyándolas en sus procesos personales hacia una opción de vida libre y autónoma, y en el respeto de su voluntad y de sus derechos”.

El documento “La prostitución desde la experiencia y la mirada de Cáritas” dedica un amplio capítulo final a recoger una serie de propuestas orientadas a transformar esta realidad donde la prostitución implica la exclusión social, la pobreza, la violación de derechos humanos, la violencia, la desigualdad y la invisibilidad. Una realidad que, como se indica textualmente “no encaja con nuestros valores fundamentales, nuestros principios y nuestras creencias, basados todos ellos en las enseñanzas de Jesús y en la verdad del amor de Dios que se plasma en el encuentro entre personas”.

Para Cáritas, “una sociedad madura y consciente, compuesta por hombres y mujeres en situación de igualdad de oportunidades, y con el respeto a la dignidad humana por encima de cualquier otra cosa, es una sociedad donde no hay necesidad ni de ejercer la prostitución ni de consumirla”. En la situación actual, y para seguir caminando, el documento plantea una serie de propuestas en los ámbitos de los derechos, la educación en valores, la sensibilización y denuncia, el acompañamiento, y la explotación y trata de personas. El texto concluye con unas palabras que el papa Francisco dirige a todos los cristianos este año con motivo del Jubileo Extraordinario de la Misericordia, confiando que allí donde esté Cáritas, las personas en situación de prostitución encuentren siempre “un oasis de misericordia”.

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