Carta de Viaje

Con buenos deseos se puede llegar a hacer buenas obras y solo con éstas se puede llegar a la verdadera dicha… Es verdad que muchas veces los malos espíritus atacan por todas partes y hacen ver como una nube negra y grandísima las circunstancias en que nos hallamos, pero aún en medio de esta tentación que nos hace pesadísima la oración y la obediencia, que nos hace pensar en el porvenir al parecer sin salida; ¡con qué facilidad podemos desvanecer todos esos temores! ¡Qué pronto se encuentra la paz si acudimos a Jesús en el sagrario!

… En el camino de la vida hemos de buscar no lo que más nos guste sino lo que más nos lleve al Cielo. Hemos de correr en la práctica del bien para no desperdiciar las gracias de Dios. Las mismas personas que tratamos de servir a Dios, muchas veces no miramos el fin principal, sino que nos entretenemos en cosas que nada valen y en vez de ir por el camino de los santos, vamos tan lejos que apenas los seguimos.

(Cftar Carta II)