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El día 24 de noviembre algunas jóvenes de las residencias de Madrid y algunas hermanas hemos tenido la gracia de poder disfrutar  de un  día de convivencia en la Charola.

Esta finca ha sido testigo de un día maravilloso, en el que hemos fortalecido nuestros vínculos, hemos creado familia. Ha sido un “día completo”: hemos disfrutado de un paseo por la naturaleza, respirando aire puro, llenándonos de vida. Hemos preparado juntas la comida, como en cualquier familia.

Hemos conseguido que simples alimentos se transformen en un banquete fraterno que no hubiéramos conseguido ni en el mejor de los restaurantes. Después de recoger  la casa hemos estado toda la tarde jugando al Party, un juego de muna gran fiesta ¡Hemos descubierto grandes artistas entre nosotras! Finalmente hemos evaluado: un día maravilloso que buscaremos repetir.

Hemos conseguido los objetivos del encuentro: disfrutar, descansar, hacer familia. Hemos dado gracias a Dios, a la Vida, por el privilegio de poder, en medio de los agobios cotidianos, tomar un respiro en familia.

Damos gracias a las residentes quesa donde se puede jugar en equipo.

Realmente nos hemos montado e participaron, a las hermanas que fueron a la charola y a las que se quedaron en casa. Sin ellas esto no sería posible. Pero sobre todo gracias a Dios, que hizo posible que, en el día del cumpleaños de Madre Mariana pudiéramos honrarla de esta manera.

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