DECLARACIÓN DE VENERABLE

Madre Mariana Allsopp González-Manrique, Venerable

El 21 de mayo de 2022 el papa Francisco ha reconocido las virtudes heroicas de la Madre Mariana Allsopp González-Manrique, cofundadora del Instituto de Hermanas Trinitarias con el fundador Francisco de Asís Méndez Casariego, Venerable desde 1993, sacerdote y canónigo madrileño. Con este reconocimiento la Sierva de Dios Madre Mariana es ya, por tanto, también Venerable que es el paso previo a la beatificación cuando se obtenga un milagro por su intercesión. La causa de canonización de Sor Mariana de la Santísima Trinidad se abrió en el Arzobispado de Madrid el 23 de abril de 1999, una vez que ya estaban concluidos los trabajos de la causa del Padre Fundador;y la instrucción diocesana se concluyó el 5 de mayo del año 2000. Todavía pudieron ser interrogados entonces seis testigos que habían conocido y tratado personalmente a la Madre Mariana, pues murió en Madrid el 15 de marzo de 1933.

Durante el proceso se comprobó la opinión de los testigos y de los contemporáneos de la Sierva de Dios, y en sus escritos espirituales, que atestiguan cómo había vivido su consagración religiosa con una profundad espiritual y una fidelidad ejemplar; y, al mismo tiempo, cómo dio testimonio de una dedicación cristiana a los principales problemas sociales de su tiempo, de modo particular a los problemas que entonces acuciaban a muchas mujeres jóvenes en Madrid y en otros lugares, desatendidas y maltratadas, pues durante su mandato como Superiora General del Instituto se abrieron casas, además de las tres de Madrid, en Villanueva de Villaescusa (Cantabria), Barcelona, Santander, Sevilla, Vigo, Granada, Bilbao, Cáceres, Málaga, Puebla de los Ángeles (México), dos en Buenos Aires (Argentina), y León.

Sus restos reposan en la casa madre de la calle Marqués de Urquijo, junto a los del fundador de las Hermanas Trinitarias que, en su recuerdo, también tienen una capilla dedicada a la Santísima Trinidad en la Catedral de la Almudena. La Venerable Sierva de Dios Mariana de la Santísima Trinidad había nacido en Tepic (México) el 24 de noviembre de 1854. Fue bautizada en la iglesia parroquial (actual catedral) el 13 de diciembre siguiente con los nombres de María Ana Rita. Era hija de don Juan Francisco Allsopp y de doña María Ana González-Manrique. Su padre, que había sido diplomático inglés, se había afincado en México trabajando en una compañía de ferrocarriles. Su madre pertenecía a una familia de nobles españoles y, cuando murió tempranamente en 1862, a sus 32 años, el cabeza de familia envió a sus cinco hijos a España, con la familia de su esposa, la abuela, para que pudieran recibir una buena educación. María Ana Rita era la segunda de las cuatro chicas, detrás de la mayor, Soledad, y después nacieron Concepción, Jorgeana y el hermano más pequeño Juan. María Ana llegó a Madrid en 1864, a sus diez años, y fue educada en el Colegio de Santa Isabel, donde hizo la primera comunión en 1865.

De joven era alegre y desenvuelta y concluyó sus estudios a los 20 años. Vivía la vida cristiana compaginándola con las fiestas de la sociedad madrileña, y comenzó a realizar apostolado en las Escuelas Dominicales de la parroquia de Santiago. Pero llegó a notar una vaciedad en su alma en aquellos festejos que solo Dios podía llenarla. En 1882 se encontró con el joven sacerdote Francisco Méndez, en la Iglesia del Real Monasterio de la Encarnación, pues allí se había trasladado provisionalmente la parroquia real y él fue primer coadjutor y después párroco. María Ana tenía indicios de vocación para la vida consagrada y cuando en 1884 don Francisco le expuso la inspiración que había recibido en 1876 durante unos ejercicios espirituales, cuyos tiempos de oración realizaba en la cripta de la iglesia, de fundar un instituto de religiosas para atender a las jóvenes desatendidas, le manifestó espontáneamente: “Yo tomaré parte en esa fundación.” El 2 de febrero de 1885, en la misma iglesia de la Encarnación con una celebración de la Misa mañanera ante una imagen de la Virgen, Nuestra Señora de las Victorias, don Francisco con seis jóvenes, entre ellas la que comenzó a llamarse Mariana de la Santísima Trinidad, comenzó esta experiencia de vida religiosa que sería aprobada en 1888 como instituto de derecho diocesano y de derecho pontificio en 1901 por el papa León XIII.

Como religiosa colaboró de forma esencial en la redacción de las Constituciones del Instituto, que vivió ejemplarmente como su primera Superiora General, para dar testimonio a todas sus Hermanas animándolas con sus palabras y sus obras. Colaboró, también, en cuanto pudo, con la obra que el mismo Francisco Méndez había iniciado con los golfillos de Madrid, hasta que se comprobó que unas religiosas no podían ir adelante con aquella obra que debía ser llevada por religiosos, que nunca llegaron a cuajar. A la muerte del fundador, en 1924, la referencia fundamental del Instituto se centraba en la Venerable Mariana de la Santísima Trinidad, durante el tiempo en que viviría hasta 1933.Y los dos, lo continúan siendo.

Llama la atención que, fuera de España, quiso fundar casas primero en México, donde había nacido, y después en Buenos Aires, casas en las que desde entonces se ejercita el mismo apostolado con las jóvenes de cada lugar. La fama de santidad y de signos se divulgó no solo en su vida sino sobre todo después de su muerte y de forma unánime y espontánea. Las causas de canonización de Francisco Méndez y la Madre Mariana, sufrieron retrasos por los tiempos de la guerra, y la de ella sufrió mayor retraso para centrarse primero en la causa del fundador. Actualmente don Francisco de Asís Méndez Casariego y la Madre Mariana de la Santísima Trinidad, ya son Venerables. Para su beatificación es necesaria su intercesión, por separado, de uno y otro milagro con el procedimiento canónico, primero instruido en la diócesis del lugar donde se produzca y después en la Congregación para las Causas de los Santos..

 Joaquín Martín Abad