Dios nos dará una señal cumple su promesa

En todo contrato de transacción de bienes suele estipularse, antes de cerrarlo definitivamente, el adelanto de una señal.

Si el contrato se firma, la señal se descuenta; si no se llega a cerrar el contrato, la señal se pierde. Hoy leemos que Dios, por su cuenta, nos da una señal como anticipo del cumplimiento de sus alianzas, y adelanta la promesa del nacimiento del Emmanuel, a quien nos lo dará a luz una virgen. Si en una hipótesis Dios no cumpliera su promesa, perdería la señal, y nos debería entregar lo comprometido.

Y si Dios responde a su Alianza, lo comprometido es que Él nos acompañe siempre. Estamos a punto de celebrar la Navidad, se llega al día del parto, Dios cumple su palabra. No hay duda, el Emmanuel será nuestro valedor, quien venga a nuestro lado siempre en el camino de la existencia. Ya no estaremos nunca solos. La Virgen nos dará a su Hijo, y gozaremos de la promesa divina desbordada, porque no solo nos entrega la señal a cuenta, sino que nos regala toda la Alianza. Una nueva y eterna Alianza de amor, a costa incluso de la vida de su propio Hijo.