
Hermana Arlina Barral,Misionera: “Me sorprende la resiliencia de las personas migrantes, su fe en Dios”
Coordinadora de la pastoral de migrantes de la Arquidiócesis de México
Las caravanas de migrantes centroamericanos en dirección a Estados Unidos son una serie de desplazamientos que empezaron en octubre de 2018 con la intención de entrar a esa nación con el ideal de mejorar su calidad de vida. La primera caravana estaba compuesta por mil hondureños el 13 de octubre de 2018, algunos tenían la meta de llegar a México para pedir asilo, incitados por la pobreza y violencia de su país. Después vino la segunda, de casi de mil hondureños que salieron de Guatemala, el 21 de octubre de 2018. Le siguieron otras tres caravanas compuestas por salvadoreños, que salieron del Salvador días anteriores, y la última, integrada, por el momento, por hondureños salió de San Pedro Sula el 14 de enero de 2019.
Desde el principio, el presidente Donald Trump advirtió por Twitter de no dar más ayudas económicas a Honduras, El Salvador y Guatemala, si no impedían que sus paisanos entraran a Estados Unidos de manera ilegal. Amenazó con militarizar la frontera, acusó de haber gente de Medio Oriente y del Islam dentro de la caravana. Arlina Barral, es responsable de la Pastoral de Migrantes y Movilidad Humana de la Arquidiócesis de Mexico. Es misionera Scalabriniana, una congregación que tiene su carisma Scalabriniana para los migrantes y refugiados. La Congregación tiene presencia en 26 países.
¿Qué acciones ha realizado la Iglesia-católica para ayudar a la caravana de migrantes?
Arlina Barral: En la caravana del año pasado, la Iglesia católica ha apoyado en los alimentos, medicinas, servicios médicos, donaciones de higiene personal, gorras, etc. y el voluntariado. En la carpa de la Iglesias de México, allí distribuímos los alimentos a lo largo del día. Llegaban víveres de diferentes congregaciones religiosas, parroquias y iglesias evangélicas también. En la caravana de este año, ya no hubo necesidad de apoyarlos en los alimentos ya que fue cubierto por la Secretaría de Marina.
Z: ¿Cuáles son las principales carencias que ve que tienen en los centros de acogida?
AB: No sé a que se refiera centros de acogida, pero en México si existen casas, albergues, o centros de atención a las personas migrantes y refugiados. Cada albergue tienen su propias necesidades. Los alimentos casi nunca falta pero hay otros necesidades como los servicios de luz, gas, agua que muchas veces se necesita donaciones en efectivo para pagarlos. De igual manera, la “sustentabilidad” de los albergues para su personal, aunque hay voluntarios, un base de personal fijo también son necesario, como trabajadores sociales, psicoologos, abogados, administradores, etc
. Z: ¿Qué es lo que más le ha sorprendido?
AB: Me sorprende la resiliencia de las personas migrantes, su fe en Dios. Cuando nos comentan que Dios siempre ha estado a su lado porque en el camino ha encontrado buenas personas y aunque hay peligro tambien lo protegen. Creo que ellos caminan con mucha esperanza, esperanza de que existen un mundo mejor.
Z: ¿El gobierno de la Ciudad de México los está apoyando?
AB: Hasta que el gobierno mexicano no tenga una política migratoria clara y justo, las caravanas seguirán. Además, hasta que los gobiernos de los países centroamericanos también no hacen nada para combatir la violencia y el crimen organizada, las caravanas seguirán. Hasta que no haya otro sistema económico justo, seguirán las caravanas.
Z: ¿Qué se puede pedir a los gobiernos?
AB: Que de verdad gobiernen. Aunque sabemos que ahora, los que gobiernan son los capitalistas, los que tienen dinero. Los que mueven el sistema del neoliberalismo. No sé si algún día habrá otro sistema económico justo, que erradica la pobreza.
MARZO 11, 2019 ZENIT