Peregrinación de jóvenes

Peregrinación de jóvenes a Liébana, Covadonga y Santiago: «Ojalá puedan conocer al Señor y comprometerse con el Evangelio»

Después de compartir la Eucaristía con el obispo auxiliar monseñor Jesús Vidal, el día 20 de julio viernes por la mañana, 250 jóvenes de la diócesis de Madrid han iniciado una peregrinación  a los santuarios de Liébana y Covadonga y a la catedral de Santiago con el corazón y la mochila cargados de esperanza. La iniciativa está coordinada por la Delegación de Juventud, cuyo subdelegado, Luis Melchor, nos cuenta cómo van a transcurrir estos días.

¿Cómo se va a desarrollar esta peregrinación? R. Cada uno de estos días días girará en torno al lema Escucha, responde y camina. Primero, para poder escuchar al Maestro vamos a ir a Santo Toribio de Liébana, para rezar y escuchar lo que nos pide el Maestro a los jóvenes de hoy. Lo seguiremos descubriendo hasta que lleguemos a Covadonga, que lo haremos el lunes. Allí deseamos aprender a responder como María y que los jóvenes imiten su «Hágase en mí». Desde allí, continuaremos ruta hasta el Camino de Santiago, y haremos el camino portugués, desde Redondela hasta Santiago. Esos días de camino viene la tercera palabra: caminar. Y lo haremos de la mano del apóstol, quien recorrió los caminos con su vida y con su predicación. Los últimos días en Santiago escucharemos a jóvenes de Santiago que hacen caridad. De esta manera, los jóvenes descubrirán cómo el hecho de caminar con el apóstol es ser enviado por el Maestro para atender a los pobres.

¿Y qué esperas de estos días donde el Evangelio estará tan vivo y tan presente? Espero una experiencia de Iglesia en la que se muestre la alegría del Evangelio que poseemos, de manera muy especial, los jóvenes: esperanza del presente y del futuro. ¿Y de los peregrinos? Ojalá puedan conocer al Señor y comprometerse en su vida cotidiana con el Evangelio. ¿Cómo? Dando testimonio, siendo misioneros y dedicando tiempo de su vida concreto a la caridad, al voluntariado y a atender a los que más lo necesitan. Luis,

¿sigue mereciendo la pena apostar la vida, con Cristo, por los jóvenes? Sí, por supuesto. Yo me levanto cada mañana con unas ganas inmensas de seguir entregándome. Unas ganas mayores, incluso, que las de ayer. Aunque a veces las cosas vayan mal y en momentos vea detalles que no me agradan, la plenitud y la paz del corazón que quedan al saber que me estoy entregando y poder experimentar el amor de Cristo en esa entrega, no lo cambio por nada del mundo. Una experiencia «maravillosa» A su lado, el delegado episcopal de Deleju, Pedro José Lamata, también invita a vivir esta «experiencia maravillosa» que partió del arzobispo de Madrid. Un itinerario con un denominador común, Jesús de Nazaret, que desea ser una preparación de cara al próximo Sínodo de los obispos sobre Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional. El purpurado, aferrado al deseo de que los jóvenes se encuentren con el Señor, respondan sí al plan de Dios y compartan la Buena Noticia, acompañará a los peregrinos durante unos días en este recorrido. «Espero encontrarme con Dios y responder a su llamada»

En uno de los autobuses viaja Mónica Amengual, responsable del grupo de San Jorge, quien nos cuenta, con la alegría de quien se sabe en buenas manos, la razón de sonrisa: «Espero pasármelo muy bien, reírme mucho, disfrutar, conocer gente nueva y que peregrinemos juntos como Iglesia». Además, «poder desconectar del jaleo de todo el año, de los exámenes, del trabajo, del día a día, y descansar en el Señor». La joven, con esta decisión, deja a su paso un supuesto bienestar que, sin embargo, no le hace arrepentirse un solo segundo de estar donde su corazón más lo necesita… «Y lo haré renunciando a las comodidades y valorando todas las cosas que dejo en casa». Así responde al compromiso de una fe firme, decidida y fiel: «Sobre todo, espero encontrarme con Dios, conocerle mejor, que aumente mi fe y responder a su llamada». «El apóstol me juntó con mi pareja hace cuatro años»

«¿Y tú, Alberto?», preguntamos a otro de los jóvenes que se embarcan en esta aventura… «Yo, de la peregrinación a Santiago, espero poder agradecer al apóstol el haberme juntado con mi pareja, con la que llevo ya cuatro años». Detalle que, por supuesto, deja traslucir que aquel que tiene fe, no está nunca solo. Además, revela el voluntario dela Deleju, «quiero pedirle por mi familia, por todos los amigos que no han podido venir y por mi futuro personal y laboral». Plegaria que, sin lugar a dudas, lleva implícita una diversión que nunca falta para el que cree. «Sí, espero poder pasar un buen rato, divertirme, reírme y, cómo no, machacarme físicamente».

Infomadrid / Carlos González