Ser trinitaria

Hermana Lourdes con una joven India

La Trinitaria ha sido llamada a vivir su ser cristiano desde una clave: ser un icono del cielo en la tierra, buscando, acogiendo y acompañando a la juventud más necesitada.

Dios es AMOR: es Padre, es Hijo y es Espíritu. Es unidad de personas distintas. Ser Trinitaria es vivir a Dios junto a personas muy diferentes, y decir con la vida que podemos amarnos, y trabajar unidas por la causa de Jesús.

Ser trinitaria es un camino que te seduce y se elige. Se descubre con otras que han sido llamados como tú. Se reconoce caminando tras las huellas de Jesús y en contacto con sus criaturas preferidas, los pobres y necesitados.

Somos trinitarias en el silencio y en el ruido, en soledad y en compañía, en la capilla y en la calle, trabajando y contemplando, sirviendo a los pobres, acompañando a la juventud en su caminar y orando por un mundo mejor para todos.

Los signos aparecen cuando los pides y los esperas. 

Si amas a la gente y te implicas en los problemas de los más necesitados; si te gusta estar con jóvenes y deseas compartir tus cosas y tus talentos con los más necesitados; si te nace una sonrisa cuando reconoces a Dios en tus hermanas y hermanos: Dios quiere algo más de ti.

Sabes de tu corazón trinitario cuando descubres que con cada persona que te encuentras tienes en común un mismo sueño: somos familia, podemos hacernos felices unos a otros.

Itinerario carismático 

 

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¿POR QUÉ QUIEREN SER TRINITARIAS?

Al principio creía que todo esfuerzo tiene una recompensa, pero he descubierto que los regalos de Dios no tienen relación con lo poco que le das. Quiero enseñar a otros el camino de la gratuidad, y a quienes menos tienen, menos pueden, y menos son valorados, quiero decirles con mi vida que son privilegiados, los favoritos de Dios. Y pueden llegar a serlo todo...

"No importa lo que has sido, sino lo ue puedes llegar a ser" (Madre Mariana)

 

Sentí en mi corazón una llamada. La escuché y me encontré con este camino. Él lo ha hecho todo, yo sólo me he ido dejando llevar. Dios es nuestro Padre, y quiero que todos lo sepan; Dios es nuestro Hermano, y está siempre enseñándonos el camino por donde seguirle; Dios es Espíritu Santo: Amor, Vida, Unidad... Ser religiosa es sentir el deseo de vivir y anunciar esta Buena Noticia a todas las personas. Empezando por los pobres y las jóvenes.

"Que cuantas personas te vean puedan decir: Qué hermoso y alegre es vivir unidos los hermanos" (Padre Méndez)

Ir descubriendo el proyecto de vida que Dios tiene para mí, con la posibilidad de extender el Reino de Dios y responder el amor con amor viviendo el carisma de nuestros fundadores. Siento esa búsqueda incesante de ser luz en medio del mundo por aquellos que no tienen sentido a la pertenencia en la sociedad en la que viven. Quiero vivir el carisma y la espiritualidad que me da la posibilidad de llevar una palabra y un gesto de consolación a los pobres, anunciar la liberación a cuantos están prisioneros de las nuevas esclavitudes de la sociedad que vivimos, especialmente a las jóvenes y mujeres necesitadas.
 

 

¿Porque quiero ser Trinitaria? Es la Espiritualidad mas grande que se puede vivir. Llegar a ser Trinitaria es un privilegio, porque se llega a tener conocimiento sobre el Dios Amor: el Padre bueno, el Hijo redentor y el Espiritu Santo consolador. Son tres pero uno a la vez, y me enseñan que es posible estar unida a El y a mis hermanas, y trabajar por la unidad de todas sus criaturas. Quiero ser Trinitaria para escuchar, conpartir, amar y vivir las necesidades, los dolores y el sufrimiento de los demás, de la juventud y de los necesitados que encuentro en mi camino; es llegar a extender esa mano amiga sin condicion alguna. Y esa es la razon por la quiero responder al Señor que me ha llamado a seguirle en esta Congregación.

 

TESTIMONIOS VOCACIONALES

Me hablan de Dios con la vida o con palabras, con gestos o con obras. Y escucho que Dios es Amor, y que está muy cerca de cada uno de sus hijos. Los más pobres, los sencillos y humildes que buscan ganarse el pan cada día; pero también los que sufren y van por caminos equivocados. Y Dios busca a los jóvenes, y les da siempre una oportunidad, una y otra vez. Esto es lo que me llevó a conocerlas. Quiero hacer con otras personas lo que Dios ha hecho conmigo.